jueves, 9 de septiembre de 2010

EDUCACIÓN PROBLEMATIZADORA

Educación Problematizadora: diálogo liberador


La propuesta de Freire es la "Educación Problematizadora" que niega el sistema unidireccional propuesto por la "Educación bancaria" ya que da existencia a una comunicación de ida y vuelta.



En esta concepción no se trata ya de entender el proceso educativo como un mero depósito de conocimientos sino que es un acto cognoscente y sirve a la liberación quebrando la contradicción entre educador y educando. Mientras la "Educación Bancaria" desconoce la posibilidad de diálogo, la "Problematizadora" propone una situación gnoseológica claramente dialógica.
Desde esta nueva perspectiva, el educador ya no es sólo el que educa sino que también es educado mientras establece un diálogo en el cual tiene lugar el proceso educativo. De este modo se quiebran los argumentos de "autoridad": ya no hay alguien que eduque a otro sino que ambos lo hacen en comunión.


El educador no podrá entonces "apropiarse del conocimiento" sino que éste será sólo aquello sobre los cuáles educador y educando reflexionen.
La educación, como práctica de la libertad, implica la negación del hombre aislado del mundo, propiciando la integración.


La construcción del conocimiento se dará en función de la reflexión que no deberá ser una mera abstracción. El hombre, siempre deberá ser comprendido en relación a su vínculo con el mundo.
Y finalmente, Freire señalará que así como la "Educación Bancaria" es meramente asistencial, la "Educacion Problematizadora" apunta claramente hacia la liberación y la independencia. Orientada hacia la acción y la reflexión de los hombres sobre la realidad, se destruye la pasividad del educando que propicia la adaptación a una situación opresiva. Esto se traduce en la búsqueda de la transformación de la realidad, en la que opresor y oprimido encontrarán la liberación humanizándose.




domingo, 5 de septiembre de 2010

ODA A LA CRITICA

Pablo Neruda




ODA A LA CRITICA
De: Pablo Neruda

Yo escribí cinco versos: uno verde,
otro era un pan redondo,
el tercero una casa levantándose,
el cuarto era un anillo,
el quinto verso era
corto como un relámpago
y al escribirlo
me dejó en la razón su quemadura.

Y bien, los hombres, las mujeres,
vinieron y tomaron
la sencilla materia,
brizna, viento, fulgor, barro, madera
y con tan poca cosa
construyeron
paredes, pisos, sueños,
En una línea de mi poesía
secaron ropa al viento.
Comieron mis palabras,
las guardaron
junto a la cabecera,
vivieron con un verso,
con la luz que salió de mi costado.
Entonces, llegó un crítico mudo
y otro lleno de lenguas,
y otros, otros llegaron
ciegos o llenos de ojos,
elegantes algunos
como claveles con zapatos rojos,
otros estrictamente
vestidos de cadáveres,
algunos partidarios
del rey y su elevada monarquía,
otros se habían
enredado en la frente
de Marx y pataleaban en su barba,
otros eran ingleses,
y entre todos se lanzaron
con dientes y cuchillos,
con diccionarios y
otras armas negras,
con citas respetables,
se lanzaron
a distupar mi pobre poesía
a las sencillas gentes
que la amaban:
y la hicieron embudos,
la enrollaron,
la sujetaron con cien alfileres,
la cubrieron con polvo de esqueleto,
la llenaron de tinta,
la escupieron con suave
benignidad de gatos,
la destinaron a envolver relojes,
la protegieron y la condenaron,
le arrimaron petróleo,
le dedicaron húmedos tratados,
la cocieron con leche,
le agregaron pequeñas piedrecitas,
fueron borrándole vocales,
fueron matándole
sílabas y suspiros,
la arrugaron e hicieron
un pequeño paquete
que destinaron cuidadosamente
a sus desvanes, a sus cementerios,
luego se retiraron uno a uno
enfurecidos hasta la locura.
Porque no fui bastante
popular para ellos
o impregnados de
dulce menosprecio
por mi ordinaria falta de tinieblas,
se retiraron todos y entonces,
otra vez, junto a mi poesía
volvieron a vivir
mujeres y hombres,
de nuevo hicieron fuego,
construyeron casas,
comieron pan,
se repartieron la luz
y en el amor unieron relámpago y anillo.
Y ahora, perdonadme, señores,
que interrumpa este cuento
que les estoy contando
y me vaya a vivir
para siempre
con la gente sencilla.

jueves, 12 de agosto de 2010

Discurso de Julio Valdez en el Acto de Grado julio-2010




Prof. Julio Valdez 
Director del CEPAP.
Buenas tardes familiares, invitadas e invitados, señores graduandos, cuerpo docente, personal administrativo, técnico y obrero del CEPAP. Autoridades del CEPAP: Profesora Alejandrina Reyes, también parte del personal docente del CEPAP y en este momento Secretaria de la Universidad Nacional Experimental Simón Rodríguez.

Estamos en un momento en donde se desenvuelven muchas emociones de distinto tipo, de distinta magnitud, es un momento de mucha intensidad, un momento de cercanías, pero también es un momento de cierres y de aperturas. Cierres que implican de alguna manera como un balance de las cosas que hemos venido realizando. Estamos viviendo parte de un ciclo y parte de un ritual y en los rituales generalmente hay ese balance…

Tomando en cuenta que nosotros vivimos entre relaciones personales, familiares, de vecindario, de país, de región, por ejemplo de América Latina, del mundo. Que permanentemente esas relaciones se están tejiendo y destejiendo, configurando y desconfigurando. Se me ocurre formular algunas preguntas, digamos al viento. O sea por ejemplo, que recordáramos qué circunstancias nos trajeron aquí al CEPAP:
¿Cómo fueron esos procesos en aquel momento?
¿Cómo fueron esas relaciones nuestras que se entrecruzaron para que nosotros desembocáramos en esta Institución?
¿Qué nos colocó en las puertas del CEPAP?
¿Cuáles fueron nuestras primeras impresiones cuando vimos el edificio y a las personas del CEPAP?
¿Cuáles espacios se abrieron en lo personal, en lo familiar?
¿Cuáles espacios allí se cerraron?
¿Cuándo tomamos la decisión de asumir el CEPAP como una forma de estudio? Algunos pensamos que tiene mucho que ver con una forma de vida. Cuando tomamos esa decisión
¿Qué sentimos?
¿Sentimos que era una solución a un problema coyuntural?
¿O sentimos que era algo de mucha mayor magnitud, algo que nos iba a cambiar aunque sea un poco la vida?
¿Con quiénes tomamos esas decisiones?
¿Quiénes participaron de esas decisiones?
Esas son algunas de las preguntas que tienen que ver con un primer momento, con el momento del ingreso, el momento del primer contacto, el momento de entrada a CEPAP, el momento de la inducción.
Por otra parte también invitaría a que hiciéramos un ejercicio de memoria de cómo fue nuestro transito en el CEPAP. Tomando en cuenta que el sistema CEPAP no es un sistema como algunos otros. No es un sistema de semestres, de años, de unidades crédito, de un tránsito lineal. Es un sistema mucho más complejo. Es un sistema que tiene que ver con innovaciones, es un sistema bastante exigente. En ese sentido también lanzo algunas preguntas al viento con respecto a ese tránsito ya dentro del CEPAP:
¿Qué nos sostuvo?
¿Por qué decidimos permanecer dentro del CEPAP?
¿Había allí esperanza?
¿Había fe?
¿Había un pensamiento de conveniencia?
¿Había un pensamiento de “que ya estábamos adentro entonces lo mejor era continuar”?
¿Quiénes nos alentaron a seguir, a permanecer dentro del CEPAP?
¿Sacrificamos algo?
¿Sacrificamos a alguien?
¿Hubo amistades que en ese trascurso del CEPAP por la exigencia, por estar allí, por los estudios, terminaron alejándose de nosotros?
¿Quiénes se acercaron?
¿Qué amigos ganamos en el CEPAP o a través del CEPAP?
¿Quiénes nos apoyaron y por qué lo hicieron?
¿Quiénes creyeron en nosotros?
¿Quiénes creyeron en el CEPAP?
¿Cómo fueron esos conflictos en la familia? Que a veces por los estudios en el CEPAP parte de la familia, de los amigos no entienden y
¿Cómo nosotros los convencimos? Si es que los convencimos de que valía la pena proseguir
¿Cómo se reconfiguró la trama de relaciones mientras estuvimos allí dentro del CEPAP?
¿Qué cosas murieron en nosotros, qué cosas dejaron de ser? y
¿Qué cosas nacieron también en nosotros a partir de eso: qué ideas, emociones, actitudes, horizontes?
¿Qué se mantuvo, qué cambió en nosotros?

Inevitablemente este ejercicio de graduación, este ritual implica también una proyección, implica ¿qué es lo que va a ocurrir con nosotros?, una vez que salgamos de aquí, que descansemos, que cada quien vuelva a su sitio de vida, algunos tienen todavía las horas de carretera, digamos en la piel. Llegaron especialmente para este acto, pero después de todo eso y después de la celebración por supuesto, porque hay que celebrar:
¿Cómo nos vamos a ver a nosotros mismos?
¿Cómo cada quién se va a ver a sí mismo?
¿Cómo vamos nosotros a mirar a la familia? ¿La vamos a mirar igual? Ya tenemos un título, tenemos un rol –bueno que ya lo teníamos- pero en este caso de alguna manera estás reforzando institucionalmente y formalmente.
¿Cómo vamos a mirar a nuestras amistades a nuestro vecindario?
¿Ha cambiado algo ese rol nuestro en ese vecindario, con esas amistades o de alguna manera sigue siendo el mismo reforzando algunas cosas?

De las cosas que hemos logrado en CEPAP:
¿Cuáles vamos a compartir con relación al Método, con relación a las actitudes, con relación a esos aprendizajes ricos? Algunos los recordamos y están presentes en los proyectos, pero hay muchos otros aprendizajes que a lo mejor cuando nos enteramos y ya estaban hechos los proyectos y los cierres académicos y no los incluimos. A lo mejor hay otro cuerpo de aprendizajes que todavía no sabemos que lo aprendimos.
¿Cómo vamos a ver nosotros a nuestro país?
¿Cómo vamos a ver a Venezuela en este momento? Con esas herramientas que hemos venido trabajando, que hemos venido internalizando, incorporando,
¿Cómo vamos nosotros a ver, qué pistas, qué claves nos dan para leer la realidad de lo que se está viviendo en este país? Por cierto en este momento que hay una situación que puede ser bastante difícil y compleja.
¿Cómo vemos nosotros la región, la América Latina?
¿Somos partes de América Latina, nos sentimos parte de algo mayor?
¿Cómo vemos al mundo con toda la complejidad, la problemática que estamos viviendo, lo ambiental?
¿Estamos viviendo el problema del armamentismo creciente, que es un gran negocio? y sobre todo
¿Cómo nos estamos viendo nosotros en esa participación? Como ciudadanos del mundo, como una familia planetaria
¿Cómo vemos nuestro rol allí con las herramientas, con las cosas que recibimos en el CEPAP o por lo menos mientras estuvimos en el CEPAP?

Bueno estas preguntas al viento, son sólo alguna invitación, como decíamos, a recordar cosas. Algunos aspectos fundamentales, de alguna manera, es así como volvernos a mirar a nosotros mismo y de otra manera es así como reinventarnos de ahora en adelante.
Por otra parte hay otra invitación y es que CEPAP sigue de puertas abierta a todos y cada uno de nosotros, a las graduandas, los graduandos, los familiares, los amigos. Porque la ideas es seguir abriendo a CEPAP para constituir diversos espacios que tiene que ver con lo investigativo, con lo formativo. Tiene que ver incluso con escribir y publicar, que en estos momentos ya estamos desarrollando esa parte. Tiene que ver con desarrollar proyectos, tiene que ver con la parte formativa que es lo que nos toca dentro del CEPAP. Entonces invitar para que CEPAP siga siendo una puerta abierta. Tiene que ver con postgrado, porque los postgrado del CEPAP van, estamos trabajando en eso, no serán para este año, pero seguramente para el año próximo, si vamos nosotros a montar estudios de postgrado con el resto de la Universidad. Porque de hecho concebimos a CEPAP como una red abierta. CEPAP no es sólo estudio de licenciatura en educación, CEPAP es muchísimo más que eso y la invitación entonces está plenamente abierta para cualquier proyecto, cualquier idea, cualquier cosa que ustedes crean que es necesario desarrollar para mejorar la vida de nosotros, de los vecinos, de Venezuela, de América Latina y del planeta.

Felicitaciones graduandas, graduandos.

sábado, 31 de julio de 2010

ACTO DE GRADO JULIO-2010 CEPAP-UNESR

Graduandos de la Promoción de julio - 2010



Enterga de reconocimiento a las autoridades del CEPAP por parte de dos graduandos



La parte cultural del acto


El culto al grado.


“... asintió con la cabeza. No encontraba palabras para explicarles lo que
significa para él [ella] verlos a todos allí en fila expresándole su
apoyo. Así que sonrió, levantó una mano….”

J.K. Rowling.-


Cuando llegamos al edificio del antiguo Ateneo, el día estaba puesto para llover. En la puerta grande, luego de traspasar el lobbie, encontramos a un señor alto con una antorcha en la mano, que ni siquiera nos dejó terminar de enunciar nuestra pregunta y sin pronunciar una palabra, nos señaló con la mano desocupada, hacia el final de la escalera que conducía hasta el sótano. Comenzamos a bajar apoyados de uno de los costados agarrados de la mano, hacia la penumbra. Hasta que divisamos a los iniciados, todos con el cuerpo cubierto por una túnica negra y con uno sombrero chato en la cabeza. Deambulando de un lugar a otro a paso lento, mirando al piso, en silencio, como tratando de memorizar, la respuesta de un acertijo, el acertijo que les iban a preguntar al entrar. Sólo una rubia de repente reaccionó al vernos, comenzó a saltar y a pegar gritos, y salió a encontrarnos. Alegre de vernos nos abrazó, nos distinguió con su sonrisa y nos condujo por el pasadizo.

Todos mis amigos estaban poseídos, callados, lentos, con la mirada fija, apenas me saludaron levantando levemente la mano derecha, era más una advertencia de no acercarnos. Continuamos por el pasadizo oscuro, hasta llegar a una estrecha puerta, flanqueada por dos mujeres de cabellos largos y lisos, en donde nos buscaron en una misteriosa lista, ellas también en silencio, entrecruzándose miradas y sin pronunciar palabras nos hicieron señas de pasar. Entramos a un sótano alumbrado por antorchas, lleno ya de personas que murmuraban. Logramos ubicarnos en dos puestos que aun quedaban vacios al final de las filas de asientos escalonados, dispuestos de manera que facilitaran la visión de los espectadores que estábamos atrás. Los primeros asientos, abajo se encontraban envueltos en la penumbras, muy cerca a una larga mesa dispuesta para un presídium, cubierta toda con una tela azul claro hasta el piso y por encima una tela blanca, apropiada para la ocasión que íbamos a presenciar.

Todo transcurrió de acuerdo a lo establecido en el protocolo: Mi amiga Simona descifró todo el programa con su dulce voz y su excelente dicción, El Director leyó un antiguo conjuro de iniciación y de auto-interrogatorio; La Secretaria leyó antiguos documentos, que recordaban porque estábamos aquí repitiendo este ritual por milenios; una Representante de los iniciados nos hizo guardar un minuto de silencio y dos iniciadas más, una en túnica negra con su sombrero chato en la cabeza y la otra con una túnica blanca leyó un vetusto pergamino en una lengua antigua –“A la universidad le tengo que decir que se pinte de negro, que se pinte de mulato, no sólo entre los alumnos, sino también entre los profesores; que se pinte de obrero y de campesino, que se pinte de pueblo, porque la Universidad no es el patrimonio de nadie y pertenece al pueblo”.

En las primeras fila los invitador especiales: Blanca, Yaloha, Irina, Zuleyma… Luego a pasos solemne desfilaron ante nosotros, nombre antiquisimos: Sylmy Tibisay Agraz, Miriam, Hesbeishy, Alejandra, Mayling, Yolanda, Wendy, Ana, Nereida, Claudina, Gladys, Pedro (el más aplaudido), Victor, Carmen, Carmen Llevera, Aura, Jenni, Luis, Gina, José, Elizabeth, María, Omar, Iris, Irianel, Rosanna, Digna, Magaly, Lesbia, Isabel, Kelly, Olivia y Alexandra.

Mis amigos sentados en el Presídium, el Mago Julio Cesar, el Alquimista Silverio, la Orfebre Iris y la Hada Ma”drina” Aleja, porque eso es que la llama Alejan”drina” todos muy circunspectos, hasta que una de las iniciadas con su túnica negra cubriéndole todo el cuerpo y su sombrero chato en la cabeza, parada en el centro del escenario y mirando hacia el techo, al fondo del sótano, sobre nuestras cabezas, dirigiéndose a la oscuridad, a una misteriosa presencia, con la mano extendida le indico: -“Ponga la pista 6” y empezó a sonar una melodía chillona, que al principio no se entendía, pero que contenía un conjuro mágico, que despertó a mis amigos, les devolvió la sonrisa y comenzaron a bailar. Se movían debajo del traje negro que les cubría todo el cuerpo. Mi amiga lanzó una invocación y rompió el hechizo del protocolo, de la seriedad que nos invadía a todos los presentes.

Ahora entiendo porque Blanca lo llamaba “grado 33” porque son treinta y tres los iniciados, en esta ocasión en el antiguo Ateneo.

Chino Romero.-

miércoles, 21 de julio de 2010

El Herrero de CEPAP

Por: Chino Romero.-


“El título de maestro no debe darse sino al que sabe enseñar, esto es
al que enseña a aprender; no al que manda a aprender;
ni al que aconseja que se aprenda.”

Simón Rodríguez.-

(Tomado del Programa de manos del Acto de
Grado Julio 2010 CEPAP-UNESR. Caracas)

Al entrar, se siente el calor intenso y el humo producido por la fragua. Ensordecen los martillazos sobre el metal incandescente, que sumerge en el cubo de agua, cada cierto tiempo para que tiemple la forja y no reviente, para que no se haga pedazos. Luego va de nuevo al fuego a altas temperaturas, para ponerlo maleable al recibir los próximo martillazos. Y se repite el ciclo, hasta que esté lista la pieza.

Esta fue la imagen que se me vino a la mente, escuchando a Juan Silverio en la última visita que nos dispenso en el Núcleo de la UNERS en Maracay, el día sábado 26 de junio del presente año. Vi las instalaciones del primer piso del edificio José Vargas, como un taller medieval de hierro forjado y me vino la imagen del facilitador del CEPAP como un herrero, frente a un yunque donde forja a sus participantes, con un gran martillo en la mano, sólo que a veces no lo enfría en el agua, sino que los martilla y los presiona hasta que revientan y abandonan la licenciatura, por frustración, confusión, desánimo o todas las anteriores. Juan Silverio, contaba de personas que literalmente “han muerto”, sin culminar su cierre académico y de personas que dejan pasar hasta dos años después de quedar atolondradas con una evaluación.

CEPAP es chévere porque es un ambiente, cálido, abierto y humano que acepta a todas las personas y nos hace sentir importantes, eso es agradable, es el único recinto universitario que toma en cuenta nuestras experiencias, que en muchos participantes son sustanciosas y además te permite aprender lo que tú quieras. Pero al momento de evaluar los aprendizajes es más severo que un yunque, más desorientador que unos martillazos en la cabeza, más confuso que un taller nublado y caliente, más ambiguo que un aprendiz de herrero y más impreciso que un herrero ciego. Mi experiencia particular ha sido la de apartarme por un tiempo para enfriarme, agarrar bríos y volver a entrar en la candela.

Parafraseando a Freire: “Nadie forja a nadie, pero nadie se forja solo” o dicho de otra manera: “nadie transmuta a nadie, así como tampoco nadie se trasmuta a sí mismo, los hombres [y mujeres] se transmutan en comunión, mediatizados por el mundo”. El herrero medieval, no está distante de la figura del “Alquimista” y siempre hay una forma de convertirnos en alquimistas o en artistas forjadores y co-forjadores, para co-transmutarnos de un metal ordinario a uno reluciente y valioso o para dejarnos calentar a la temperatura indicada, darnos el martillazo preciso en el momento y en el lugar adecuado, sumergirnos en agua en el instante justo para enfriarnos y dejarnos respirar, hasta hacernos una “obra de arte”. Y esta forma de alquimia o de orfebrería, en CEPAP tiene que ver, con más y mejor comunicación, más intercambio de saberes, más encuentros, más vinculaciones de experiencias, más planes de acciones conjuntas, más evaluaciones formativas, más organización de propuestas concretas, más reflexión-acción y más participación.

Menos mal que los facilitadores del CEPAP no son instructores de natación, porque si no, algunos ya se habrían ahogado y yo inclusive no estaría escribiendo esto, porque tendría las dos manos ocupadas chapoteando.

Pedagogía del Oprimido

Facilitado por: Ingrid Chicote

"A los opresores no les será fácil aceptar la caida de su posición de poder, porque indoctrinados en una cultura de dominación se sentirán oprimidos fuera de ella"
Paulo Freire



La liberación de la opresión no vendrá facilmente. "La liberación es un parto doloroso"
Paulo Freire

miércoles, 7 de julio de 2010

Eduardo Galeano

Facilitado por: José Gregorio Piña

Con que salsa queremos ser comidos:

lunes, 15 de febrero de 2010

Encuentro Siriri Utuya, Ensayo Aragua-Carabobo y CEPEP



En el marco de la reunión presencial del Equipo de Sistematización Siriri Utuya, realizada el 06 de febrero de 2010, en la ciudad de Maracay y que contó con la presencia de Julio Valdez y Blanca Benavidez



Felicitaciones a los integrantes del equipo Siriri Utuya por su constancia y perseverancia. Un reconocimiento a su facilitadora estrella Sylmy Agraz por todo el alma y corazón que le ha puesto a la consolidación de este equipo.

Están plantadas las semillas para el acercamiento entre todos los participantes y seguidores del CEPAP. En la medida que las cultivemos comenzaremos a ver más comunicación, intercambio y producción intelectual que enriquezca el ámbito de la educación popular y la transformación social